Características ergonómicas, controles del asiento y la comodidad de la amortiguación
«Para examinar las cualidades de nuestro Roadtiger, los expertos sometieron ambos modelos a un programa de tres fases en el que se examinó el diseño ergonómico de la estructura del asiento y los paneles de mando, así como sus características de vibración», explica el Dr. Andreas Diehl, Presidente de la División de Vehículos Comerciales de Grammer AG. «Los resultados hablan por sí mismos y demuestran que en nuestros esfuerzos por mantener a los conductores sanos hemos acertado en muchas cosas durante la fase de desarrollo: Las superficies de los asientos, los respaldos y las opciones de ajuste cumplen con los requisitos ergonómicos, mientras que los asientos cuentan con una tapicería óptima. Los probadores valoran muy positivamente los conceptos del panel de control desde el punto de vista ergonómico, y los datos sobre las características de las vibraciones también son convincentes.»
Grammer Roadtiger: Todo a bordo para el máximo confort
Con su suspensión neumática, los asientos Roadtiger de la exitosa serie MSG 115 de Grammer ofrecen numerosas características ajustables de forma intuitiva en la versión superior, como el apoyo ajustable de los hombros y de los cojines laterales, las características de amortiguación y la profundidad del asiento ajustables, el apoyo lumbar neumático, la climatización del asiento, la calefacción y mucho más. Todo ello ha satisfecho a los probadores. El certificado LGA emitido por el instituto de pruebas alemán TÜV Rheinland confirma oficialmente que los asientos ofrecen todo lo necesario para garantizar una sentada saludable combinada con el máximo confort incluso después de muchas horas de uso.
De este modo, el Roadtiger Grammer se convierte en el segundo asiento del mercado de accesorios que recibe el certificado LGA. Continúa la sólida tradición establecida por el Grammer Kingman, el primer asiento para vehículos comerciales que recibió el sello de «ergonomía probada». Este éxito es un verdadero «espaldarazo», ya que los expertos de TÜV Rheinland no se dejan impresionar fácilmente por meros datos y especificaciones. Más bien, los asientos deben demostrar sus cualidades en el uso diario.
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