En su última Asamblea General, los miembros de IRU han adoptado nuevas posiciones con respecto a la escasez de conductores y los vehículos autónomos, dando lugar a la Carta 75. En ella, con motivo de su 75º aniversario, la organización afronta estos aspectos y deja claro su compromiso a la hora de hacer que las redes de suministro sean más resistentes de cara a futuras crisis, así como a ayudar a las personas dentro de las posibilidades del Sector.
Piden a gobiernos y organizaciones que firmen la Carta 75
«Los miembros de IRU han votado para abordar los retos clave del Sector del transporte por carretera y reforzar la forma en que la industria ayuda a los demás en tiempos de crisis» comentó Radu Dinescu, presidente de la organización. «Hago un llamamiento a la ONU, a las organizaciones internacionales, a los gobiernos y a nuestros socios para que trabajen con nosotros en los retos de la escasez de conductores y los vehículos autónomos, y para que se unan a nosotros en la firma de la Carta 75 de la IRU».
La escasez de conductores, el gran reto
IRU solicita en concreto una mayor coordinación y cooperación internacional en materia de inmigración legal de trabajadores, pues considera que la apuesta por la contratación de inmigrantes es una forma de paliar la actual escasez de conductores. Esta, según afirman, se está notando cada vez más en todo tipo de ámbitos, desde el transporte de mercancías al transporte de autobuses escolares, y apuestan por contar no solo con inmigrantes legales sino también con refugiados que sean conductores cualificados.
Además, la organización llegó a nuevas posturas sobre los vehículos autónomos en los servicios comerciales, incluyendo determindos aspectos sobre responsabilidad legal, recopilación de datos, software e infraestructura vial. Los detalles concretos acerca de la posición de IRU en estas materias se publicará en su página web oficial, en la que se podrán conocer al concreto las conclusiones obtenidas en la asamble.
