Hace cinco años que la compañía comenzó la electrificación de su flota de buses (ya han recorrido 3,5 millones de km), siguiendo la estela de lo que hiciera hace más de una década con los trenes y tranvías que también opera en Nuremberg, los cuales llevan circulando sin emisiones y con electricidad verde desde 2012.
Objetivo: 2030
VAG Verkehrs-Aktiengesellschaft Nürnberg tiene el objetivo de electrificar todos sus buses, más de 250 en la actualidad, a comienzos de la próxima década, proceso que ya ha comenzado. De hecho, el último vehículo diésel dejará de circular en 2026, y los de gas a comienzos de los 30, según su hoja de ruta. Hoy ya cuenta con 64, repartidos entre MAN Lions City E y eCitaro de Mercedes.
Tim Dahlmann-Resing, portavoz de la compañía, nos explicó durante la visita que tenemos la obligación de ofrecer un servicio público, pero también somos responsables de quienes lo utilizan, tanto la población de Nuremberg como la de sus alrededores o visitantes. Las futuras generaciones están comprometidas con los retos del cambio climático, y nosotros no vamos a ser menos, porque eso significa una mejor calidad de vida.
Continúa argumentando que el vehículo privado tiene su espacio, pero sólo es una parte de la transición que nos debe conducir a una movilidad inteligente y más respetuosa con el entorno
La relación de VAG con MAN se remonta a finales de lo s80
Para VAG, la innovación se basa en la tradición, ya que sus objetivos ecológicos y económicos nunca han sido una contracción. Su relación con MAN, cuyas bases se sitúan a escasos minutos, comenzó en las décadas de los 80-90, y muchas de las tecnologías del fabricante han sido probadas primero por el operador de Nuremberg, que cuenta con una amplia historia a sus espaldas, pues acaba de cumplir un siglo de vida: la primera línea de bus comenzó a circular al sur de la ciudad en enero de 1923. Por poner algunos ejemplos, VAG operó su primer bus de gas en 1992, y desde entonces ha tenido en su flota unidades híbridas y con ultracaps, antes de las 100% eléctricas.
En la actualidad, su base cuenta con la infraestructura necesaria para recargar hasta 39 ebuses al mismo tiempo (con mangueras que descienden desde el voladizo y cargan a 150 kW, con previsión de llegar al MW), aunque las obras de ampliación (con nuevos puntos de carga que estarán a cubierto en un garaje abierto que albergará hasta 170 unidades) ya han comenzado, con el objetivo de estar terminado antes de final de año. Porque se esperan otras 52 unidades en los dos próximos años.
El futuro de las baterías
Toda esta preparación es esencial, y se ajusta a las previsiones del operador. Por ejemplo, ahora mismo consideran que tendrán que cambiar las baterías de los buses una vez durante su vida útil, pero con las futuras generaciones de baterías, se espera que no sea necesario en los 12-13 años que podrían estar los vehículos en operación.
En este punto, Dahlmann-Resing afirmó que espera una estandarización de los procesos de recarga por parte de fabricantes y proveedores, lo que nos permitiría optimizar las operaciones, añadiendo que es muy importante implicar al personal en esta transición. Y en este sentido, los conductores están encantados con las unidades eléctricas.
La sostenibilidad es importante para VAG, razón por la que ya existen placas solares en la parte superior de la instalación actual, que de momento no generan electricidad para los buses, sino para otras necesidades de la compañía, que también se instalarán sobre la cubierta del nuevo garaje abierto.

